La vida me sonríe (II)

Ezequiel Z. salió de la oficina y Bety cortó la comunicación.

―Ya llegó el de los televisores. Está subiendo ―gritó.

Me puse de pie y me acerqué a la puerta del despacho de Gustavo. Seguía hablando por teléfono. Le hice una seña para que cortara la comunicación.

―Ya llegó ―le dije.

Gustavo se despidió de su interlocutor y los dos fuimos a esperar  al invitado a la sala de reuniones contigua a la oficina.

La reunión transcurría. Gustavo pedía información sobre modelos de televisores y de monitores, el invitado se la daba, y yo solo podía preguntarme si debía o no agradecerle el gesto a Martín.

Una vez que el encuentro finalizó, regresé a mi escritorio y escribí en mi celular:

“Gracias por lo que me mandaste”, y se lo envié a Martín. <<Está bien así. Del almuerzo no le digo nada. Que insista él>>, pensé. Bety se metió en el despacho de Gustavo Almazán y cerró la puerta.

Martín me respondió al rato: “De nada. Fue un placer”

<<¿Eso nada más?>>, me quejé y me insulté a mí misma por haber variado mi actitud y salir del enojo.

Media hora después, Bety salió del despacho de Gustavo. Se sentó en su silla y retomó su trabajo. Mi celular emitió un sonido. ¡Otro mensaje!

“Cómo está tu rodilla ahora? Podés salir a almorzar conmigo?”, me preguntó Martín.

<<¡Uy! ¡Mi rodilla! ¡Me olvidé de ponerme alcohol! ¡Y las medias, las medias! ¡Me tengo que comprar otras! No puedo andar así todo el día. ¿Y qué carajo hago con Martín? Porque si le digo que sí quedo como que se me fue el enojo muy rápido>>, pensé y escribí:

“Mi rodilla está bien. Y el agradecimiento no implica que me haya olvidado de lo de ayer”, y se lo envié.

“Yo tampoco me olvidé. Traje un monitor de mi casa”, me respondió enseguida. <<Ay, qué forro!>>, observé.

“Bueno, yo lo pago”, le envié.

“Fue un chiste. Un monitor por vos no es nada. No sé qué más hacer para que me perdones por lo de ayer”, me envió enseguida. <<Ay, qué lindo>>, observé esta vez. <<¿Pero qué contesto? ¿Contesto?>>, me pregunté. <<Y sí, contesto>>, me respondí y escribí:

“Pero al monitor hay que reponerlo. Yo lo quiero pagar”, insistí.

“No es necesario. Traje uno de mi casa. Almorzamos hoy? Podés? O cenamos? Lo que prefieras”, me respondió Martín. <<Cenar, prefiero cenar, obvio. ¿Pero se lo digo?>>, me pregunté y Gustavo Almazán se asomó por la puerta de su despacho:

―Bety ―le dijo en voz alta―, acordate de sacar de la lista a la gente que ya avisó que no va a la fiesta de mañana.

―Sí, sí, me acuerdo ―le dijo ella.

―Tincho se bajó también, tachalo ―dijo Gustavo y me miró.

―Ah, ¿Martín se bajó? ―preguntó Bety.

―Sí, se bajó, se bajó. Mañana le entregan un título a la novia y ya sabés, tiene que cumplir, ir a la ceremonia, después cenar con la familia…  Esas cosas que cuando estás comprometido las tenés que hacer―le dijo a Bety―. ¿Está justificado para faltar a la fiesta, no? ―me preguntó sonriendo.

<<¡Por qué no te vas a la puta madre que te parió, pelotudo! Bety te contó lo que dijo Ezequiel y me lo están haciendo a propósito. Pero seguro es verdad lo que decís de Martín>>, pensé y respondí:

―Sí, sí, está justificado ―y Gustavo Almazán regresó a su escritorio.

Un calor me invadió desde los pies hasta la cabeza. ¡Martín me había invitado a cenar hoy pero tenía planeado cenar con su novia y la familia mañana! No lo podía soportar ni justificar. De ninguna manera. Ya tenía experiencia en esas situaciones. Por eso no respondí a su último mensaje. <<¡Son todos iguales!>>, concluí y mi teléfono interno sonó.

―Hola ―dije al atenderlo.

―Hola, nena ―me dijo Samuel―, ¿qué pasó? Se cortó la llamada hoy y después me daba apagado tu celular.

―Sí, sí, porque me caí.

―¿Te caíste?

―Sí, sí, me caí en la calle, ¿qué tiene? ―le dije, de mala manera.

―¡Pero, che! ¿Qué te pasa? ¿Estás enojada?

―Y sí, sí, estoy enojada ―le dije, porque estaba muy fastidiada por lo que estaba pasando con Martín.

―¿Por qué? ¿Ya te enteraste? Mirá que fue Ezequiel el que habló primero, eh.

―¿Eh?  ¿Qué? No, no sé, Ezequiel estuvo acá…

―Ay, bueno, si me mandás a averiguar lo de Rubén G., yo tengo que hablar con la gente, ¿no?

―No, no te entiendo. Ezequiel vino acá pero no me dijo nada de vos. ¿Y por qué te atajas? Algo le dijiste vos. Sos un boludo. ¿Qué carajo dijiste, Samuel?

―No dije nada. Ezequiel me preguntó si salías con Almazán, eso.

―¿Y qué dijiste?

―Y bueno, dudé, tenía ganas de decir que sí, así se mueren de la envidia en riesgo crediticio. Pero en dos segundos razoné y me frené.

―¿Y qué dijiste?

―La verdad, que no salís con Almazán, porque supuse que Ezequiel Z. me estaba sacando información para dársela a Martín N.

―Mmm…

―Es verdad, nena.

―Ay, ay, Samuel, ya te conozco. Seguro dijiste algo más. No me podés hacer una cosa así…

―No te hice nada. Le dije que a vos te gusta Martín. Nada más. Te quise ayudar.

―¡Ay, no, no, pelotudo! ¡No! ¡¿Para qué dijiste eso?!

―Bueno,  lo dije, lo dije.

―¡¿Pero por qué?! ¿Quién te mando? Y seguro no lo dijiste así. Seguro lo dijiste con otras palabras, ya te conozco. Le debés haber dicho que yo estoy muerta por Martín. Seguro.

―Bueno… Ezequiel me dijo también algo, me dijo que Martín está atrás tuyo.

―¿Y quién lo dijo primero de quién?

―Ay, no me acuerdo… ―mintió.

―¡Sos un pelotudo! ―exclamé y corté.

<<Ahora veo por qué tanta atención de parte de Martín. Sabe que me tiene fácil>>, pensé. <<Y Samuel ya me cagó una vez y ahora se cree que me ayuda con lo que hizo. Es un boludo>>, concluí y traté de concentrarme en el trabajo.

“No me contestaste. Estás ocupada?”, me escribió Martín al rato.

Para qué querés almorzar o cenar conmigo?”, le pregunté directamente. Dudé antes de enviar el mensaje, pero al final lo hice.

“Para hablar”, me respondió a los pocos minutos.

“De qué?”, le envié.

“No te voy a tratar mal. Al contrario”, me contestó enseguida.

“Pero de qué querés hablar conmigo?”, insistí. Bety me observaba desde su escritorio.

“Ya sabés…”, me respondió y me adjuntó un corazón rojo. <<¡Ay, qué grasa!>>, pensé y escribí:

“Pero tenés novia”, y se lo envié. <<Tomá, ¡forro!, a ver qué me decís ahora. ¡Metete el corazón en el ano!>>, dije en mi mente.

“Sí, ya sé, pero lo estoy solucionando”, me contestó enseguida.

Bueno, solucionalo y después hablamos”, le mandé. El gerente de recursos humanos entró a la oficina y se metió en el despacho de Gustavo Almazán. Cerró la puerta. <<¿Habrá despidos?>>, me pregunté.

“Lo voy a solucionar porque estoy enamorado de vos y tengo fines serios”, me envió Martín a los pocos minutos. <<¡Uh! ¡Qué lindo si pudiera creerlo! Pero a mí ya me dijeron lo del «momento cúlmine», así que ya sé cómo son estas cosas. Todas mentiras. Difícil va a ser ganarle a Ferni en creatividad>>, pensé. << ¿Y  “fines serios”?, ¡qué antiguo!>>, observé y crucé una mirada con Bety.

“Fines serios para vivir en Arabia, adonde los hombres tienen muchas mujeres a la vez”, le envié.

“Estás muy equivocada. Yo no quiero salir con varias mujeres. Yo solamente quiero a una. Estoy en el pasillo de tu piso. Salí y hablamos”, me respondió y no supe qué hacer.

Mañana no vas a la fiesta de la empresa. Vas a cenar con tu novia. No voy a salir”, me animé a enviarle.

“Dejame que te explique eso. Salí! Te estoy esperando”, leí enseguida.

“No hay nada que explicar”, le envié.

“No es tan sencillo dejar a alguien. Salí!”, me escribió.

“No voy a salir”, le mandé.

“Bueno, entonces decime qué sentís por mí, porque hasta ahora no me dijiste nada”, leí a los pocos segundos.

<<Ay, ¿qué contesto? ¿La verdad? Pero si el tipo tiene novia… ¿para qué incinerarme así?>>, me pregunté y escribí:

“Siento muchas cosas por vos, pero mientras estés con otra no voy a acceder a nada”, y se lo envié.

“Salí entonces. Te quiero ver!!!! Por favor!! Lo de Carolina lo soluciono. Ya te dije”, leí.

“No voy a salir”, me mantuve firme.

“Si no salís en cinco, entro a tu oficina y te saco. En serio”, me escribió.

“No te creo”, le envié.

―Hola ―dijo Martín al entrar a la oficina, a los pocos minutos. Saludó a Ernestina y a Bety con un beso.

―Gustavo está ocupado ―le dijo Bety.

―Sí, sí, ya veo. Igual tengo que hablar con Ana ―aclaró Martín y se acercó a mi escritorio. No me atreví a mirarlo a la cara y mantuve mi vista en el teclado de la computadora.

―¿Cómo estás? ―me preguntó con voz de seductor y se sentó en una silla que estaba pegada a mi escritorio, en frente de mí y de espaldas a Bety.

―Bien, bien, ¿venís para ver el proceso de riego crediticio? ―le pregunté en voz alta, para disimular, con la vista fija en la pantalla de la computadora. Las manos me temblaban.

―Sí, sí, vengo por eso ―me respondió en voz alta―. ¿Leíste bien el contrato con la empresa de informes comerciales? ―agregó y el interno de Bety comenzó a sonar.

―Sí, lo leí, lo leí ―le dije, sin todavía poder mirarlo. Bety atendió. ¡Qué alivio!

―¿Por qué no me mirás? ―me preguntó en voz baja.

―¿Y vos por por qué qué no te vas, eh? ¿No ves que la gente se da cuenta? ―le dije también en voz baja y me animé a mirarlo. Noté que tenía los pómulos colorados.

―¿Y qué te importa que la gente se dé cuenta? ―me preguntó en el mismo tono de voz―. ¿Es por Gustavo?

―Ay, no, no. No di… di…digas más pavadas. Andate, ¡dale! Ya vi… vi… vino Ezequiel hoy, habló de vos, de mí…

―¿Y qué dijo?

―Y… ¿qué va a decir? Dio a entender…

―¿Qué? ―me preguntó Martín. “El potus” nos miraba.

―Ya sa…sa…sabés… andate, ¡dale!

―Bueno, me voy, pero salí, te espero en el pasillo.

―No, no voy a salir.

―Si no salís, entro de nuevo.

―Bueno, pero… pero esperá un rato. Si no va a quedar muy obvio.

―Ok ―dijo y se levantó de la silla―. Chau―agregó al salir de la oficina.

Esperé unos minutos y me puse de pie. Me sentía mal por no poder contener mis ganas de salir al pasillo a encontrarme con Martín.

Y estaba por cruzar la puerta de la oficina, cuando escuché:

―¡Anita! ¡Anita!

<<¡La puta madre! ¿Qué quiere este tipo justo ahora?>>, protesté en mi mente.

―¿Qué, Gustavo? ―le grité.

―Vení, Anita, vení.

―Bueno ―dije y caminé hacia él. Entré a su despacho.

―Cerrá la puerta, Anita ―me pidió y lo hice.

―Sentate ―me dijo y me senté,  al lado del gerente de recursos humanos que todavía estaba en el despacho.

―Anita, ¿te acordás de la encuesta que hicimos para que los empleados propusieran actividades y cosas para pasarla mejor en el trabajo?

―Sí, me acuerdo.

―Nos equivocamos, Anita, nos equivocamos.

―¿Por qué?

―Porque la hicimos anónima. ¿Te acordás que te pregunté y vos me dijiste que era mejor anónima?

―Sí… ―le dije. <<Pero si salió mal no tengo la culpa, che>>, pensé.

―Bueno, Anita, mirá esto―me dijo y desplegó un montón de papelitos sobre el escritorio―: “Paseos en la camioneta del dueño” ―leyó uno―¿Te parece, Anita, esta falta de respeto?

―No, no…

― “A mí que me den la plata que yo con eso veo qué hago para pasarla mejor en el trabajo” ―leyó otro―. Esto mismo lo dicen un montón más, Anita―agregó

―Y bueno…

―Evidentemente la gente está loca o está muy disconforme con su trabajo ―dijo y tomó otro papel―. No, no, esto no lo puedo leer en voz alta ―agregó al ver lo que estaba escrito y lo descartó.

―Si la encuesta era anónima, se podían esperar estas cosas ―observó el gerente de recursos humanos.

―Y sí… no sé…

―Escuchá esto, Anita―dijo Gustavo y tomó otro papel―: “La empresa debería contar con un equipo de terapia intensiva móvil con desfibrilador. También se debería capacitar a los empleados en maniobras de resucitación cardiopulmonar”.

<<Ah, sí, sí, esa fui yo, fui yo, ¿me habrá reconocido la letra? No creo, si ve mi firma nada más. Le doy todo escrito en Word>>, pensé.

―Y bueno…

―Hay cada loco acá adentro, Anita. Mirá que terapia intensiva móvil, ni que esto fuera un geriátrico.

―Bueno… igual a un joven le puede pasar algo, ¿no?

―Hay empresas que cuentan con esas cosas ―dijo el gerente de recursos humanos.

-¿Ah? ¿Sí? ¿Hay? -pregunté sorprendida.

―¿Y qué hacemos, Anita? –me interrumpió Gustavo.

―No, no sé, ¿qué hacemos con qué?

―Con los empleados, Anita.

―Y no sé yo… ―dije y miré al gerente de recursos humanos.

―¿Empezamos con despidos o hacemos otra cosa? ¿Qué te parece, Anita?

―¿Pero cómo despedir gente? Si fue anónima la encuesta, no sabemos quiénes escribieron esas cosas…

―No, Anita, no te digo despedir a los que escribieron estas cosas porque no vamos a poder saber quiénes fueron. Te digo despedir al voleo, al azar.

―¿Y para qué?

―Y para que se asusten y trabajen mejor los que quedan.

―Pero no sé si con esa presión de que en cualquier momento los van a despedir, van a trabajar mejor, Gustavo. Yo no trabajaría mejor si a mi alrededor veo que despiden gente al azar, eh.

―Sí, Anita, trabajarías mejor porque tendrías miedo de que te echen.

―No, no necesariamente. A lo mejor uno se propone trabajar más en esa situación, pero se siente tan presionado, tan preocupado, que rinde menos. No sé. Hay que tener en cuenta la cuestión psicológica, ¿no?  ―dije y miré al gerente de recursos humanos.

―Sí, Gustavo, hay que tener en cuenta eso ―dijo.

<<¿Y a este tipo para qué le pagan?>>, me pregunté.

―Bueno, Anita, entonces hay que pensar en algo. Yo ya apelé a los beneficios…

―Pero por ahí son beneficios que la gente no aprecia. Porque más allá de que fue desubicado que te pidieran plata en la encuesta, hay algo de verdad en eso. A lo mejor dar bonos por productividad, cosas así es lo que quieren. Que el que trabaje bien gane un poco más al final del mes y no actividades o recreación. No sé…

―¿Y cómo sería eso, Anita?

―Ay, no sé, no sé…―le dije. <<Y Martín me está esperando afuera. ¿A ver si entra de nuevo?>>, me asusté.

―Hay que pensar entonces ―dijo Gustavo.

―Sí, sí, hay que pensar ―le dije―. Recursos humanos tiene que pensar ―me animé a agregar.

―Sí, sí, nosotros estamos trabajando siempre, pensando, viendo la evolución de las variables ―dijo el gerente de recursos humanos.

―Armá un plan de premios por productividad. Que no suba mucho los costos ―le dijo Gustavo ―.¿En una semana lo podés tener?

―Sí, sí, o bueno, diez días, ¿puede ser?

―Sí, está bien, diez días están bien. Lo espero ―dijo Gustavo y apoyó sus manos sobre el borde del escritorio ―. Tengo que hacer unas llamadas ahora―agregó, invitándonos a salir de su despacho.

Volví a mi escritorio para hacer tiempo y dejar que el gerente de recursos humanos saliera de la oficina y entrara al ascensor. Miré el celular: había recibido tres mensajes de Martín.

“Y? ”, Me vas a dejar acá?”, “Decí algo!!!”

<<Está bien, salgo, pero no me voy a dejar tocar ni a darle un beso. Nada de nada, ni siquiera compartir un café mientras tenga novia. Y todavía tengo la media rota, ¡qué feo!>>, pensé cuando crucé la puerta de la oficina. Martín estaba en el pasillo. Cuando me vio aparecer, caminó hacia mí con una gran sonrisa en su rostro.

―¡Al fin saliste! ¡Tardaste mucho!―me dijo y me apoyó las manos en la cintura. Intentó darme un beso.

―¡No! ¡No! ―le dije y le saqué las manos.

―¿Por qué?

―Porque no, además hay cámaras acá.

Bueno, vamos a la escalera ―dijo y me tomó de un brazo―, que ahí no hay cámaras ―agregó e intento llevarme.

―¡No, no, no! ―exclamé y traje el brazo hacia mí, soltándome.

―Bueno, no te enojes.

―No… no… no… meme enojo. Pe…pero voy a hacer nada, no voy a hacer nada. Eso quiero decir, de nada. Vos tenés novia y yo…

―Ya te dije que eso lo estoy solucionando ―me interrumpió y apoyó sus manos en mi  cintura de nuevo. Mi espalda quedó pegada a la pared del pasillo.

―Bueno, solucionalo primero ―le dije. Su boca estaba muy cerca de la mía―. Porque…porque… mañana vas a estar con ella, ¿no?

―¿Y cómo te enteraste de eso?

―No… no… no importa cómo me enteré. Me enteré, me enteré y eso es lo que importa. No te justifica cómo me enteré.

―No, ya sé. Pero mirá: mi novia, bah, no, Carolina, sabe que yo no la quiero. Lo sabe. Yo se lo dije. Es más, yo te llevé a tu casa el otro día y te pedí que habláramos el lunes, ¿te acordás?

―Sí, pero no me llamaste.

―Bueno, pero vos te fuiste con Gustavo en Mar del Plata.

―¿Y eso qué tiene que ver?

―Que yo no sé si tenés algo con él.

―No lo tengo. Ya te lo dije. ¿Qué voy a tener yo con Gustavo? También te lo debe haber dicho Ezequiel hoy, ¿no?

―Sí.

―Bueno.

―Ana, yo te quiero desde que estábamos en riesgo crediticio ―me dijo y me acarició la cara.

―Ay, no sé… ―balbuceé  y se me vino Verónica a la mente.

―Sí sabés ―dijo y me quiso dar un beso.

―¡No! ―exclamé y le corrí la boca y le saqué las manos de mi cintura.

―Bueno, perdoname. Te quiero dar un beso. No es para tanto,¿no?

-Pero tenés novia.

-Pero escuchame, ¿sí? , escuchame. Yo pensaba hablar el fin de semana con ella. No quería que viniera a Mar del Plata conmigo tampoco, pero el viernes fue el aniversario de mis viejos. Lo festejaron acá. Te lo conté también cuando te llevé a tu casa.

―Sí, me contaste lo del aniversario ―dije y él volvió a poner las manos en mi cintura y acercar su boca a la mía.

―Bueno, el viernes Carolina cayó en mi casa, en el departamento, con dos anillos de oro, carísimos, de regalo para mis viejos.

―Ah…

―Y bueno, ¿qué querías que hiciera? ¿Qué la dejara esa misma noche después de ese regalo?

―Bueno, no sé…

―También le dije veinte veces que en Mar del Plata se iba a aburrir, que yo iba a estar trabajando todo el día, que no le iba a dar bola y ella quiso venir igual.

―Bueno, pero después… ¿porque viste? Estaba yo en la habitación de al lado… ―le dije y le saqué las manos de mi cintura de nuevo.

―Es que yo no sabía que vos ibas a ir a Mar del Plata. No sabía, si vos me habías dicho que no el jueves.

―¿Y qué tiene que ver eso?

―Tiene que ver, porque yo en Mar del Plata me zarpé con vos, me zarpé y ella se dio cuenta, ¿entendés?

―Ah, claro, entonces…

―Entonces nada, porque… ―dijo y respiró hondo―. Bueno, hay cosas íntimas que me da vergüenza contarte ahora. Pero no fue lo que vos pensás. Me fui del hotel cuando amaneció, nos fuimos, porque ella te vio en el balcón. Y ahí ya no se lo negué, por eso no nos volvimos con ustedes. No quise que se cruzaran de nuevo.

―¿Qué no le negaste?

―Que me pasa algo con vos.

―Ah…

―Así que lo sabe, se lo dije. ¿Pero qué querés que haga? La mina, ahora, en vez de mandarme a la mierda, me dice que va a luchar por mí. No sé qué carajo hacer. Me desconcierta..

―¿Y por eso mañana vas a cenar con ella y la familia?

―Es que no la puedo dejar ahora. Mañana le entregan el título de la facultad. Se recibió el año pasado.Y si la dejo hoy o mañana, le cago el día, ¿entendés?

Sí... ―dije―. Eh… no, no, no entiendo ―reaccioné.

―Ana, mañana es jueves. La acompaño a la ceremonia de entrega de títulos, voy a la cena con la familia, todo eso. Y el viernes hablo con ella y le digo que no quiero saber más nada. Pienso hacer eso. Aguantame hasta el viernes, ¡dale! ―me dijo y me puso las manos en la cintura de nuevo.

―¿Hasta el viernes? ―le pregunté.

―Sí, son dos días, bah, ni dos enteros ―me dijo e intentó darme un beso de nuevo. Le corrí la cara y le saqué las manos de mi cintura.

―Bueno, después del viernes nos vemos entonces.

Martín suspiró y miró hacia abajo.

―Te estoy diciendo la verdad, Ana.

―Es que… que… va más allá de la verdad. Yo entiendo que le cagas el día de la entrega del título si la dejas, pero tampoco me cae muy bien que vayas a la ceremonia, que después vayas a cenar con la familia como si nada y que sepas que al otro día la vas a dejar, ¿no te sentís un falso por hacer eso?

―Sí, sí, ya lo pensé a eso, ya lo pensé ―me dijo nervioso y se revolvió con la mano el pelo de la nuca―. Pero no sé qué mejor salida hay. No sé. Es un quilombo dejar a alguien. Me da mucha culpa. No sé cómo proceder bien ―agregó y Bety apareció en el pasillo.

La miramos y nos quedamos en silencio. Ella nos pasó por al lado y se metió en el baño.

―Bueno, me voy―le dije y di un paso hacia la oficina.

―No, no ―me dijo Martín y me detuvo, tomándome de un brazo―. Esperá.

―Tengo que volver. Ya me vieron boludeando todo el día.

―Bueno, ¿vamos a almorzar, no?

―No, no, no vamos a almorzar, no. Ya te dije. Mientras tengas otra novia, conmigo no…

―¡Pero es almorzar juntos nada más! ―me interrumpió.

―Sí, sí, pero no, no.

―Ya te dije que el viernes voy a hablar con ella, Ana. Mañana la voy a ver, nada más.. Vamos a estar con la familia. No la voy a tocar. No va pasar nada más con ella.

―Bueno, sí, pero no, no voy a ir a almorzar.

―No, pero al final a Rubén G. le diste todo y a mí me negás hasta lo mínimo.

―¡No le di todo a Rubén G.! ¿Qué decís, nene?

―No digo nada, pero él tenía novia, ¿no?

―Sí, sí, pero no le di todo, eh, no digas boludeces.

―Bueno, perdoname. Estoy muy nervioso.

―Está bien, me tengo que ir. Chau ―le dije y di un paso hacia la oficina.

―No, esperá ―me dijo, me tomó de la cara desde atrás y me dio un gran beso de costado, en la mejilla ―.Chau ―agregó luego y se alejó.

69 Respuestas a “La vida me sonríe (II)

  1. que tensión!!!
    espero con ganas como siguió!

  2. no dejes de postear seguido…..please!!!!!!!!!!

    salu2

  3. sigo leyendo tus post y suspirando Ana….!!!!! muuuy bueno!!!! pero seguramente se acerca el final del blog =(

  4. no se como siguio, ana.. pero la verdad es hermoso…si insiste es por algo… y yo le creo.. es de buen corazon si no quiere lastimar a una u otra… ya la esta lastimando a ella si todo lo que dijo es verdad… pero todo sea por el bien de dos personas que se quieren.. no todos los hombres son iguales, si,
    hay muchos similares.. pero los buenos escasean y solo son para las chicas que se lo merecen… beso y ojala sea como me lo imagino en mi mente… y gracias por estos dos posteos tan lindos y juntos..

  5. ese martin y su actitud machista, le diste todo al enano jeje

  6. Ayyy!! Dos publicaciones tan seguidas y de paso tan jugosas. Demasiada emoción Ana; si antes lo hacía, ahora aún más sigo apostando por Martín. Espero que no me decepcione, otra de esas no la superaría!!
    Gracias Ana, saludos 🙂

  7. noooooooooo …q buen post …quiero saber mas
    espero y martin sea lo q pinta

  8. Ahhhhhhhhhhhhhhhhh me muerooo este puso primera jajjaja pero la boludez esa de «la voy a dejar,esperame….» es muy FernI..otra vez sopa no por favor anaaa decime que este es de los que se la juegan que no duerma por Dios!!! Me encantooo Ana! Dale para adelante!

  9. Bien! aclararon los sentimientos!

  10. Hay Ana yo sabia que Martín te quería de verdad 🙂 imagino que eso dos días de espera fueron eterrrnossss.
    Me sorprendió que hayas posteado tan rápido, no sabes las ganas que tenia de saber que había pasado, aunque ahora que quedo con una intriga terrible jajaja
    Espero el próximo, besos.

  11. Que lindo Ana!!!! me encanto!!!!! la verdad que lo que hizo Martin es re dulce todo lo que te dijo!!!! Al fin Ana vos te mereces un tipo asi!!!! Ojala y se te de todo!!!!

  12. Ana, hace tiempo te leo, pero nunca me anime a comentar algo. Adoro leer tu blog, es increíble como me atrapa tu historia, y deseo de todo corazón que tenga un super final feliz, te lo mereces!!
    Me encontré con tu blog por Facebook, y se lo recomendé a mi hermana, cada vez que vemos que hay un nuevo post le envío: publicó Ana!!! jajaja
    Nos imaginamos a todos los personajes, y nos encantaría ver si acertamos un poco jaja..

    Me encantó este post, me encanta el blog, te mando saludos desde Entre Rios! 🙂

  13. Nos quedamos todas con ese Ayyyyy qué lindo….!!
    Gracias por postear tan rápido y ¡Al fin se abrieron los sentimientos Uds dos!

    Ahora más ansiosa que nunca!

    Beso, Ana.

  14. qe lindo anaaaaaaaaaa! tan lindo q estos dos ultimos post, los lei dos veces a cada uno! espero ansiosa el siguiente y cruzo los dedos xq siga sonriendote la vida! jajja ^^

  15. Uuuhh qué lindo se pone esto!!
    Los hombres a veces tienen que estar muy seguros de lo que sentís vos, sino no avanzan demasiado, son muy cagones.. Creo que Samuel te hizo un favor al contarle a Ezequiel…
    Por otra parte… Me parece que Gustavo moría de celos! Y seguro Bety lo sabía… Por eso tan metida jaja.

  16. estos posteos que enamoran! ^^ ♥♥♥

    Ceci#

  17. OHHHH POR DIOOOOOOOOOOOOOS!!!!!! WOW!!!! PERO QUE CUMPLA!!!!! HAZTE LA DIFICIL!!!! HASTA QUE ESTE SOLTERO!!!! BIEN ANA!!! 🙂

  18. Y QUE IDIOTA PARA HABLAR DE RUBEN!!! QUE LE PASA!!!! Y A ESE ENANO ENTIERRALO!!!!

  19. Julieta Bauer

    Que lindo que publiques tan seguido! Estoy muy feliz que despues de tanto te sonria la vida, ahora tambien soy medio esceptica por que el discurso de Martin es miy ferni en algunos sentidos, no creo que sea tan hdp tampoco.

  20. Perdón que contesto. Estoy aprovechando estos momentos y dándole duro a la escritura. Así publico mañana de nuevo. Los leo a todos! Siempre!
    Gracias por dejar sus opiniones!
    Un beso

  21. Yo considero que los comentarios acerca de Rubén G son por celos y bronca porque ya en esa época Martín estaba enamorado o sentía algo por Ana.

    Ana, una pregunta: Martín o alguien más aparte de Carla saben de la existencia de este blog? Lo leen? Siempre tuve esa curiosidad…

  22. Carla y Danilo saben del blog y están autorizados a leérlo, También Samuel, pero no le interesa.
    Mis padres saben que tengo un blog, pero no conocen el nombre y no se dan mucha maña con las computadoras, así que no corro mucho peligro de que lo encuentren.
    Lo de Martín me lo reservo para más adelante.
    Un beso

  23. Hace ya un tiempo que leo la historia, pero por falta de tiempo, vergüenza y no saber qué decir, nunca comente.
    Pero hoy fue más fuerte que yo, y que el cansancio y la falta de tiempo, TENGO que comentar…
    Los últimos dos post son impecables, me encantaron, leí todo el post con una sonrisa en la cara. Tu forma de actuar ante la situación con Martín es para aplaudirla de pie! la fuerza de voluntad que tuviste! cómo hiciste?
    Aun que en parte, lo entiendo a él cuando le molestaba que no le des un beso, tal vez si le explicabas que ya pasaste por una situación similar te hubiera entendido mejor. Lo que no quita que estuvo como el orto con su comentario sobre Ruben, pero bueno es muy chapado a la antigua Martín, por lo que interpreto yo.
    En fin, excelente post, felicitaciones!
    Que andes feliz, besoo

  24. Estuve leyendo bastante y te voy mi opinion: Martin es psicopata lamentablemente para vos. Espero que te des cuenta pronto.

  25. Wow!!! Que fantástico!! al fin aclararon muchas cosas, en verdad había varios eventos que se habían interpretado mal, pero sentimiento si había por ambas partes y mucho. Las circunstancias habían conspirado para mantenerlos separados, pero me encanta que ahora Martín había llegado a su límite y ya no podía mantener quietas las manos, moría por un beso!!! había llegado a tu oficina dispuesto a todo!!!! Yujuuuuuu!!!!!!!!!!!! Imagino cómo hubiera estado de candente si le aceptabas el almuerzo…una vez ambos en la calle te hubiera arrinconado contra el primer muro que les quedara a la mano con pasión!! No hubieras podido sacarle las manos, novia o no!! Pero francamente hiciste bien en leerle la cartilla de tus condiciones bien claro, bravísimo Ana!!! Además me uno al coro de los que apreciamos que postearas tan seguido ya que estos eventos felices me mantienen con el ánimo en alto y de muy buen humor!! Las buenas también ganan!!!

  26. Toda la situacion me hace acordar a la gran Ferni, aunque se que seguro Martin no va a ser tan hdp como el.
    Samuel siempre esta metiendo la cuchara en todos lados! Y ni hablar de Bety y Gustavo, terribles chusmas. Toda la conversacion entre ellos parecia que la hubieran guionado…

  27. aaaaaaaaaaaiiii!!! nonono!!! mucha emocion junta!
    te juro, pero TE JURO qe leía tu post y mi sonrisa iba aumentando..
    que bueno que a pesar de todo hay un final feliz ):

  28. Simplemente wowwwww…lo lei ya tres veces porque me encanto! Espero que esta vez martin haya hecho cortado con la novia y no se repita la historia de ferni. Me encanto que al finl lo dijo todo y eso que vos no le hiciste las cosas faciles. Impecable! 🙂 espero postees manana 🙂

  29. Mañana espero, pero doy clases, así que no sé… Estoy escribiendo ahora, pero a la vez estoy viendo el último capítulo de Dulce Amor… y me desconcentro.
    Les quiero agradecer a las nuevas que en este post se animaron a dejar un comentario. Gracias!
    Un beso.

  30. que lindos post Ana!! parece que Martín por fin se animó a encararte.. pero es tan lógico que no quieras nada con alguien con novia.. por más que te prometa bajarte la luna y un par de estrellas!!! el que se quema con leche… además mejor para cuando se concrete!!!… Gustavo prendido fuego obviamente.. y esa Betty ojalá se esguince un pié por metiche… que bárbaro… me pregunto cuándo te habrás comprado el vestido y que te dirá Almazán cuando vayan a comprar el Blackberry!!! jajaj muero de intriga.. besotes

  31. Ana que buen post!! como aguantaste no besarlo?? la vedad que aunque hayas estado enojada con el en ese momento fue muy telenovelesco toda la situacion ajjaj era para terminar en beso!
    Me muero que das clases! estudio para contadora publica en la UBA y soy ayudante de una materia optativa, no se porque te imagino ahi 🙂 jajaajaj
    Un beso grande

  32. «Estoy viendo el ultimo capitulo de Dulce Amor» jaja vos sos muy dulce , Ana; gracias x los posts 🙂

  33. Gracias por lo de dulce, jejeje.
    Un plomo el último capítulo de Dulce Amor. Se acabó la tensión y la acción muy rápido.

  34. Es la primera vez que comento aunque vengo leyendo el blog desde el principio, super enganchada. Lo de hoy fue genial, me corrió una emoción varias veces… por fin tan cerca y encima él TE GUSTA!!! Mil puntos a la put*** autoestima jaja.

  35. Hace tiempo abandoné Dulce Amor, un pelmazo!! Jaja.
    Che, Como era? Almazán o Martín era «tipo Cernadas» y el otro a quien era que se parecía?

  36. ay!! re lindo post. pero medio boludin martin no?? jeje digo estas cediendo y la caga con lo del enano maldito! jeje

  37. OH MYY GOODDD!!!! Anaaaa que reaccion queridaa muy bieen una MUJER haciendose valer..!!! t reeeeeeeeee felicito Ojala todo sea como t mereces 😀 excelente post me encantooo GRACIAS POR SUBIRLO TAN RAPIDO

  38. Ay me da miedito esta nueva actitud de Martin,me hizo acordar demaciado a Ferni y esi da miedo,es como que se me cae un idolo.Espero que no.Gracias Ana por postear tan rapido .

  39. Anaaaa!!!
    un post tb hoy?? waao!! estamos de suerte!!
    Y Tincho se pone las pilas… me muero de la curiosidad como será toda la historía hasta la actualidad ^^
    Bravo Ana!!! Nada de nada hasta que termine con la otra

  40. Pegame y llamame Martín!!

  41. Emocionada hasta las lágrimas. Otra noche que no voy a poder dormír de la emoción jaja….me encanta esto es mejor que el final de dulce amor jaja

  42. Ana! Me encantò el post! Como hiciste para resistirte a darle un beso?
    Que bombón! Yo confío en Martín! Se zarpa con los celos pero se nota que te quiere! espero ansiosa el próximo post! Besos

  43. Está perfecto Ana lo que hiciste, no es tan difícil dejar a alguien si tenes a alguien más.
    Si tanto te quiere que se la juegue, y yo lo hubiera puteado por lo que dijo de Ruben G., todos los problemas que tuvieron ustedes fué porque creyó a terceros y no aprende más, si tiene huevos que te pregunte a vos como fueron las cosas realmente.

    No comento mucho, pero sigo la historia desde octubre, y me leí todos los post al hilo hasta ponerme al día, y te digo la verdad estoy siempre ansioso por un nuevo post.

    Gracias Ana por el esfuerzo

  44. ¡Buenísimo! Al final le vamos atener que perdonar todas las meteduras de pata a Martin, eh? es buen chico y sus sentimientos e intenciones parecen sinceras. POR FIN :)))))))))))))))

    Te felicito Ana por el rumbo que toma la historia y por ser capaz de mantenerte firme ante él hasta que no tenga compromiso con nadie. Aprendiste la lección con lo del impresentable de Ferni 😉

    Gracias por escribir con esta frecuencia ahora, me encanta leerte. Estoy muy feliz por ti, un beso!

  45. Ah… como dicen arriba, el comentario desafortunado en referencia a Rubén G. no hay que tenérselo mucho en cuenta, son los celos!!!

    Otra cosa: qué ganas de tirarle de los pelos a la cotilla de Bety.. GRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR

  46. Hola Ana!! Se va acercando el final del blog, y me pone muy contenta que las cosas se acomoden a tu favor. Durante mucho tiempo estuvieron pensando uno en el otro y creo que llegò el momento de estar juntos!!
    Besos!!

  47. Aniiiitaaaaaaa!! jajaj qué pesadilla cuando Gustavo comienza a llamarte así no? jajaja Qué plato! Me ha pasao, me ha pasao, así que te entiendo plenamente. Pero, ¡Qué Dulce Amor ni qué Dulce Amor! Yo quiero ver una telenovela de tu vida, es mucho más atractiva! Yo me re prendería mirándola. Me imagino gritándole al televisor «noo Anaaa nooo, no hagas eso noooo» jajaja Sufriéndola a full jajaja Y no chicas nooo, no la alienten con ese Martín, yo no le tengo nada de fe, es un Ferni con músculos y empleo. Sí, tiene esos «plus», pero no por eso es un santo. Y no!! no todos los chicos son iguales!! Si uno está metido en un bosque de pinos puede ser difícil ver un roble, pero eso no significa que no existan! Coraje Anii!
    Bueno me despido, saludos Ana, pasión de multitudes!!!

    *-.Hipólita Hortensia.-*

  48. Como critique la falta de post, ahora debo agradecer que posteast pronto!
    Muy bueno, aunque con esto cae totalmente la ficha que ya se termine el blog lamentablemente.
    Gracias por postear, y ojala consigas todo lo que queres. Ya tuviste que vivir demasiadas.

    Una pregunta, Carla sabe de quien es su segundo hijo o vas a contar algo mas sobre eso?.
    No es que quiero saber toda la historia de Carla, sino que al ser una situación incomoda me quedo la intriga.
    Un beso.

  49. auuuuuuuuuuuuuu! Ana que emoción!!! primero, recibir el post tan rapidísimo… después, desde el anterior… leer «la vida me sonríe» es suuuuuuper! siempre, pero siempre, le tuve fe a Martin. Es cierto, salió con una frase muy a lo Ferni, pero eso se le puede perdonar. No imagino como hiciste para no comerle la boca de un beso!!! me da penita pensar que ya vamos llegando al final… ya me puse a pensar «y ahora qué leo»… pero mientras, espero super ansiosa (como siempre) el próximo. Yo también vi el final de dulce amor, y no me gustó… mientras tanto, muero de amor cuando el chueco suar canta, jajajaja! besos Ana, es muuuuuuuy lindo todo eso! espero que lo hayas podido disfrutar mucho!

  50. M. Fernanda

    Moriiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

  51. me muero!!!!!!! estoy re ansiosa ana!!!! quiero saber que paso ya!!!

  52. lepignat

    Que loco que se ponga las pilas después que te comportaste como una desquiciada e indiferente… igual siempre te deseo lo mejor 😉

  53. Ana, debo felicitarte por la actitud que tuviste frente a Martín. Me imagino el deseo que seguramente tenías de besarlo, pero fue genial que lo dejaras pagando!!! Grosa!!!

  54. Admiro tu firmeza, Ana! Por no comprometerte a nada hasta que el esté completamente libre! Y que Martín la siga remando, me parece genial :D.
    Por fin, todas las fichas van cayendo en su lugar, lástima que ya se esté terminando el blog. Te voy a extrañar. :(.
    Un abrazote y espero con ansias tu sgt post!

  55. ay ana q emosioooooonnn!!…al fin este pibe se digno a decirte todo lo que le pasa!!.espero que se apure con la novia!!…si es complicado terminar una relacion pero si no se toma valor y se la corta de una,nunca se va a encontrar el momento indicado para hacerlo!!…espero con ansias el prox post!!!!

  56. Yo le creo a Martín, por lo menos le dijo a la novia que sentía cosas por vos, no como el boludo de Ferni! Qué lindo este post, espero que haya seguido todo bien, ya quiero leer el próximo post! :):)

  57. Una pregunta Ana todavia falta que cuentes como lo encaraste a ferni o ahi termino ese tema?

  58. post! post! post! queremos post! post! post! ♪♪♪♪

  59. Anónimo

    Qué bueno Ana!!! Por fin se dio lo que esperabas!!!
    Todo llega!!!!!
    Post por favor!!!!!!!!!!!!!!

  60. Ana, yo no me quejo nunca pero hoy vengo a levantar una queja muy grave (va en broma)! Dijiste que ibas a postear enseguida y estoy muerta de la intriga después del último super post que te mandaste. Entro a cada rato a fijarme a ver si está, si en mi trabajo se fijan las veces que chequeo el mail me van a rajar… jaja Por favor para calmar mi ansiedad, dame un estimado de cuando vas a postear así no corre riesgo mi trabajo jeje! Beso grande!

  61. Hoy.Hoy mas tarde.medianoche.Estoy en el celu

  62. Bueno, como siempre. Terminé de dar clases hace un par de horas. Estoy con el post desde hace una, pero me caigo de cansancio.Lo dejo para mañana porque no tengo vista para corregirlo.
    Un beso y disculpas por prometer lo que al final no puedo cumplir!

  63. Anónimo

    Post!!!! Estamos en el momento cúlmine!! jajaj

  64. aaay Anaaaaa!! me haces suspirara nena!! que liiiindoooo!! quiero volver a vivir cosas asiiiiiiiiiii!!! que linda etapa!! postea prontito!!

  65. tusosias

    ay anaaa!!!! no te trabes en la mejor parte por favor!!!!! lo lei varias veces a este post de lo ilusionada que me encuentro por vos, nena!!! porfi, aunque sea cortito!! besoo

  66. Attacada

    Yo también estoy como una boba leyendo el post varias veces.
    Es cierto, si no es este, estamos llegando al momento cúlmine.

    Saludos!!

  67. Ya va, chicas, ya va, en un rato.
    Un beso

  68. hola Ana, vas a publicar el final del blog? o lo cortas aca? segui tu historia desde el comienzo y me gustaría saber como terminó para vos. un beso!

  69. Voy a publicar!

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